COHOUSING o VIVIENDAS COLABORATIVA PARA LA TERCERA EDAD
Envejecer rodeado de amigos: la mejor alternativa a las casas de reposo.
Cada
vez
más
personas
desean
pasar
sus
últimos
años
rodeados
de
sus
amigos.
La
idea
surgió
en
Dinamarca
por
los
años
70,
y
ahora
es
tendencia
en
muchos
países
como
Holanda,
Gran
Bretaña,
Canada,
EE.UU
y
Alemania
y
poco a poco se divulga por todo el mundo.
Lo
llaman
en
ingles
cohousing
o
senior
cohousing
y
en
español
viviendas
colaborativas
o
viviendas
colaborativas
para
la
tercera
edad.
Se
trata
grupos
de
10
a
20
viviendas,
unidas
por
un
jardín
común,
con
servicios
comunes
como
cocina,
lavandería,
zonas
de
diversión,
primeros
auxilios
y actividades sociales.
La
idea
es
disfrutar
en
nuestros
últimos
años
con
las
mayores
facilidades
y
rodeados
de
amigos,
todos
con
similares
problemas y con deseos de colaborar entre ellos.
De
este
modo,
las
personas
mayores
disfrutarán
de
la
privacidad
de
“SU”
vivienda,
manteniendo
la
independencia
deseda
y
con
la
facilidad
de
encontrarse
con
sus
amigos
para
entretenerse,
divertirse
y
disfrutar
de
ciertos
servicios comunes.
Cada
residente,
o
cooperativista,
paga
una
mensualidad
al
mes,
pero
no
en
régimen
de
alquiler
ni
de
hipoteca,
sino
para
cubrir
una
serie
de
gastos
comunes,
como
son
la
comida,
cocina,
limpieza,
mantenimiento
de
zonas
comunes,
etcétera.
Con
ese
pago
la
persona
tiene
derecho
a
vivir
en
una
casa
particular y disfrutar de una serie de servicios que le hacen la vida más fácil.
Es
evidente
la
ventaja
de
disfrutar
el
dia
compartiendo
con
los
amigos,
almorzar
en
grupo,
ver
televisión
o
jugar
algún
juego
de
mesa,
para
después
retirarse
a
su vivienda para descansar.
Esta
forma
de
vida
tiene
múltiples
ventajas
sobre
las
“Casas
de
Reposo”
donde
pasas
los
días
sometido
a
horarios
rígidos
para
finalmente
recibir
antes
del
anochecer una pastilla que te hará dormir hasta el dia siguiente.
Las
Casas
de
Reposo
son
negocios
privados
y
se
manejan
como
tales:
obtener
el
máximo
beneficio
con
el
mínimo
gasto.
Ofrecer
al
anciano
lo
mínimo
necesario
para
mantenerlo
vivo,
pues
si
le
damos
más
atentaremos
contra
la
rentabilidad
del
negocio
y
si
les
damos
menos,
se
morirán
y
será
un
ingreso
menor.
El
75%
de
los
ancianos
que
viven
en
casas
de
reposo
no
se
han
internado
por
su voluntad y generalmente son llevados con engaños o a la fuerza.
Con
el
cohousing,
mantenemos
en
todo
momento
nuestra
independencia
y
libertad de decisión, que es uno de los valores más preciados del ser humano.
Con
el
cohousing
se
vence
la
soledad,
que
es
el
mayor
flagelo
de
las
personas
mayores,
pues
generalmente
viviendo
con
su
familia
o
en
una
casa
de
reposo,
no tienen con quien conversar.
Vivir en comunidad es bueno para la salud.
Numerosos
estudios
han
relacionado
la
soledad
con
problemas
de
salud,
como
presión arterial elevada y un peor rendimiento cognitivo.
La soledad es habitual entre las personas de la tercera edad.
En
Estados
Unidos
por
ejemplo,
11
millones
de
personas
mayores
de
65
años
—más de un tercio del total— viven solos.
Un
estudio
realizado
en
Finlandia
asegura
que
las
personas
mayores
que
viven
solas tienen el doble de posibilidades de desarrollar demencia.
Según
los
investigadores,
tener
una
red
social
activa,
también
se
relaciona
con
un menor riesgo de deterioro cognitivo.
El
senior
cohousing
puede
ayudar
a
desarrollar
estas
relaciones
afectivas,
sobre todo en casos de personas que no tienen familia o pareja.
Además, es mucho más seguro que vivir solo.
Las
personas
que
viven
en
este
tipo
de
viviendas
no
tienen
que
preocuparse
de
caer
por
las
escaleras
y
que
nadie
se
entere
durante
horas,
ya
que
los
vecinos
siempre estarán pendientes los unos de los otros.
Sin embargo, el cohousing también tiene sus inconvenientes.
Es
importante
recordar
que
estas
comunidades
no
ofrecen
el
mismo
nivel
de
cuidados
que
una
residencia.
Si
bien
el
aspecto
comunitario
significa
que
los
residentes
pueden
obtener
ayuda
de
sus
vecinos
para
necesidades
pequeñas,
en
caso
de
requerir
los
ancianos
mayores
cuidados
es
posible
integrar
un
servicio
comunitario
de
atención
especializada,
contratando
personal capacitado por turnos.
También
puede
ser
difícil
encontrar
este
tipo
de
comunidades,
ya
que
crear
este
modelo de viviendas requiere tiempo, esfuerzo y dinero.
Pero
si
tienes
claro
que
quieres
vivir
con
tus
amigos
de
toda
la
vida
cuando
envejezcas,
puede
que
sea
el
momento
de
comenzar
a
organizar
tu
propio
proyecto de vivienda colaborativa o cohousing.
Es
importante
considerar
que
no
hay
normas
rígidas
para
estas
comunidades
y
no
debe
permitirse
que
las
entidades
públicas
o
del
gobierno
interfieran
con
nuestras
decisiones.
Lo
hermoso
de
esta
forma
de
vida
es
que
podemos
hacer
lo
que
mas
nos
guste
y
en
la
forma
que
preferimos,
siempre
que
la
decisión
sea
aceptada por la mayoría de hogares comunitarios.
Las
personas
quieren
envejecer
y
aprovechar
su
tercera
etapa
vida,
aspirando
a
un
bienestar
social
y
de
cuidados
buscando
tres
elementos:
participación,
salud
y
seguridad,
en
un
entorno
amigable.
El
cohousing
les
proporciona
todo
ello.
Debemos
reconocer
sin
embargo
que
no
todo
el
mundo
puede
vivir
en
un
cohousing.
“Hace
falta
tener
un
espíritu
colaborativo,
en
el
que
la
solidaridad
y
la
democracia
son
esenciales.
Cuando
las
personas
no
tienen
ese
espíritu,
deberán buscar otro tipo de soluciones.
En todos los casos el cohousing implica, necesariamente, colaboración mutua.
También
hay
desventajas
en
este
sistema.
Son
proyectos
complejos
en
los
que
se deben poner de acuerdo muchas personas y esto podrí no ser sencillo.
Los
cohousing
requieren
una
gran
inversión
y,
por
otro
lado,
no
es
para
todas
las
personas,
solo
para
aquellas
que
aceptan,
desean
y
pueden
vivir
en
comunidad, afrontando el gasto que esto representa.
Los
miembros
deben
adaptarse,
mudarse,
cambiar
de
casa,
probablemente
vender
su
casa
de
toda
la
vida,
para
entrar
en
el
cohousing
y
afrontar
los
gastos
que esto conlleva, y este es un paso difícil.
¿Qué ventajas ofrece este sistema?:
1.
Vida y cuidados en comunidad.
2.
Envejecimiento activo, evitando la soledad.
La
cooperativa
es
una
fórmula
que
mejor
se
ajusta
a
los
principios
y
al
funcionamiento de estos proyecto.
Viviendas colaborativas para mayores
Las
personas
mayores
que
viven
solas
tienen
en
esta
alternativa
una
alternativa
a
las
residencias
de
ancianos,
donde
pueden
disponer
de
su
vivienda
individual
pero con servicios comunes que cubren sus necesidades.
Costos y servicios que ofrece
El
“¿dónde
vivir?”
se
ha
convertido
en
un
interrogante
para
las
personas
que
llegan
a
la
tercera
edad.
Muchas
de
ellas
son
dependientes,
padecen
alguna
enfermedad,
pierden
su
vida
social,
el
contacto
con
la
familia
está
limitado
por
el
trabajo
o
los
kilómetros
de
distancia
que
les
separada
de
sus
hijos.
Estas
circunstancias
les
llevan
a
vivir
solos,
deambulando
de
casa
en
casa
de
los
hijos
o
acaban
en
una
residencia
de
ancianos.
Sin
embargo,
un
alto
porcentaje
de
ellos no están cómodos con estas soluciones.
Los
ancianos
no
se
sienten
satisfechos
con
la
vida
en
casa
con
alguno
de
sus
hijos y menos aún con la vida que les ofrece una Casa de Reposo.
Ante
esta
situación,
surge
el
cohousing
como
una
alternativa
mejor
valorada
que las anteriores.
¿Cómo se desarrolla el senior cohousing?
El
primer
paso
que
se
da
es
la
construcción
de
la
vivienda,
teniendo
en
cuenta
las
características,
necesidades,
el
número
de
cooperativistas
que
van
a
formar
parte
de
la
cooperativa,
y
de
si
el
suelo
es
propiedad
de
los
futuros
residentes,
hay
que
comprarlo
o
es
una
cesión
del
gobierno
municipal
de
la
ciudad.
Dependiendo
de
esto,
el
coste
para
formar
parte
de
la
vivienda
colaborativa
será
mayor
o
menor,
pero
siempre
partiendo
de
la
idea
que
no
será
una
propiedad
para
ninguno
de
ellos,
sino
que
tendrán
un
contrato
de
cesión
o
derecho
de
uso
regulado
por
el
Código
Civil.
Las
viviendas
son
por
tanto
propiedad
de
la
cooperativa.
Una
vez
que
se
dispone
de
las
residencia
individuales,
en
las
que
podrá
vivir
una
persona
o
una
pareja
si
así
se
establecen
en
los
estatutos
de
la
cooperativa,
se
fijarán
los
servicios
comunes
a
los
que
tendrán
derecho
los
residentes. Los más habituales son los siguientes:
•
Limpieza y lavandería.
•
Recepción.
•
Zonas comunes de ocio, como biblioteca y sala de juegos.
•
Zonas comunes de deporte, como gimnasio, piscina, etc.
•
Comedor (servicio de alimentación)
•
Asistencia sanitaria básica.
•
Atención de urgencias.
Todos
los
cooperativistas
gozan
de
los
mismos
derechos
para
disfrutar
de
estos
servicios,
mientras
permanezca
en
su
vivienda
formando
parte
de
la
cooperativa.
Una
vez
que
decide
dejarla
motivado
por
diferentes
causas
(razones
personales,
enfermedad,
etcétera)
o
fallecimiento,
es
heredada
por
sus
sucesores y por tanto surge un nuevo cooperativista.
Si
ambas
partes
están
de
acuerdo
con
la
venta
del
derecho
de
uso,
la
cooperativa
será
la
que
indique
el
precio
de
este
derecho
para
el
nuevo
cooperativista, de acuerdo al reglamento de la cooperativa.
¿Está el senior cohousing al alcance de todos?
Como
hemos
visto,
esta
opción
de
vivienda
cooperativa
conlleva
una
serie
de
gastos,
con
un
pago
mensual
que
puede
ir
desde
los
2000
a
los
3500
soles
o
más,
de
acuerdo
a
los
servicios
incluidos
y
de
una
aporte
inicial,
que
dependerá
de
las
características
de
las
viviendas,
del
precio
del
terreno,
de
los
servicios
que se reciben y del número de cooperativistas.
Estos
precios
evidentemente
no
están
al
alcance
de
los
pensionistas,
pero
no
hay
que
olvidar
que
con
ese
pago
ya
se
están
cubriendo
sus
necesidades
básicas
y
otras,
con
asistencia
de
24
horas
los
7
días
de
la
semana;
por
lo
que,
el
senior
cohousing
puede
ser
una
opción
más
económica
y
cómoda
que
una
Casa para ancianos que generalmente paga la familia.
Por
el
momento
todavia
no
tenemos
estas
alternativas
disponibles
en
nuestro
país, auqnue ya se están iniciando algunos estudios y proyectos.
Esta
alternativa
se
está
difunciendo
rápidamente
y
mientras
se
materialicen
estos
proyectos
en
nuestro
medio,
solo
nos
queda
tratar
de
difundir
la
idea
o
si
esta
dentro
de
nuestras
posibilidades,
iniciar
nuestro
propio
proyecto
de
vivienda
colaborativa.