Escaras, llagas o úlceras por
decúbito.
La frase úlceras por decúbito indica la presencia de lesiones por la
permanencia del paciente en una sola posición por largos períodos de
tiempo. Ese término significa lo mismo que las palabras llagas o
escaras.
Estas lesiones son causadas por la presión prolongada sobre alguna zona
del cuerpo al apoyarse contra la cama (sacro, crestas ilíacas, talones,
codos, glúteos, hombros, rodillas, etc.), ocasionando la disminución de
la circulación ya de por sí difícil. Como consecuencia se aminora el
aporte de oxígeno a esos tejidos comprimidos, llevándolos a morir.
Las lesiones más superficiales de la piel enseguida afectan a todos los
tejidos que están debajo de ésta. La lesión primaria semeja a una
ampolla, en ocasiones a una quemadura cuando ha perdido la parte más
superficial de la piel. El tejido se advierte rosa vivo, casi rojo,
formándose una capa forma en una placa o costra de color oscuro. Estas
lesiones se forman con extraordinaria rapidez, en ocasiones el mismo día
es posible ver esos cambios.
Todas las áreas del cuerpo del adulto mayor que estén apoyadas
directamente contra la cama son susceptibles de deteriorarse,
conduciendo a formar esas tan temidas llagas o escaras.
Un factor que favorece extraordinariamente la formación de estas
lesiones es la humedad, la presencia de excremento y de orina, macerando
muy rápidamente la piel y dando lugar de inmediato a la formación de la
escara.
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Una vez que la llaga o úlcera se ha presentado en forma de costra, los
tejidos que se encuentran debajo sufren mayor compresión, aumentando por
consecuencia la extensión de la lesión. Y si alguna bacteria penetra
bajo esta lesión se desarrolla una infección.
Como con mucha frecuencia las llagas están cerca del ano, se contaminan
con el excremento, y obviamente, con las bacterias que éste contiene.
Pasados unos días (en ocasiones hasta 30 días), los bordes de la costra
se levantan hasta que finalmente cae, descu-briendo porciones profundas
de la piel, el músculo y hasta de hueso. Si no se manejan adecuadamente,
estas lesiones se cavitan (forman túneles), lo que hace cada vez más
difícil su curación. Un olor característico denota la mala evolución de
este problema. En el lecho de la herida se forma una secreción
amarillo-verdosa, de mal olor, que denota también el desarrollo de un
proceso infeccioso.
Una vez que esta llaga alcanza niveles o estratos más profundos de la
piel o de los músculos, la probabilidad de que se presente una
septicemia (infección que se disemina por todo el organismo a través del
torrente sanguíneo) es mayor y eso constituye la causa número uno de las
muertes por esta complicación.
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Escaras, llagas o úlceras por
decúbito.
La frase úlceras por decúbito indica la presencia de lesiones por la
permanencia del paciente en una sola posición por largos períodos de
tiempo. Ese término significa lo mismo que las palabras llagas o
escaras.
Estas lesiones son causadas por la presión prolongada sobre alguna zona
del cuerpo al apoyarse contra la cama (sacro, crestas ilíacas, talones,
codos, glúteos, hombros, rodillas, etc.), ocasionando la disminución de
la circulación ya de por sí difícil. Como consecuencia se aminora el
aporte de oxígeno a esos tejidos comprimidos, llevándolos a morir.
Las lesiones más superficiales de la piel enseguida afectan a todos los
tejidos que están debajo de ésta. La lesión primaria semeja a una
ampolla, en ocasiones a una quemadura cuando ha perdido la parte más
superficial de la piel. El tejido se advierte rosa vivo, casi rojo,
formándose una capa forma en una placa o costra de color oscuro. Estas
lesiones se forman con extraordinaria rapidez, en ocasiones el mismo día
es posible ver esos cambios.
Todas las áreas del cuerpo del adulto mayor que estén apoyadas
directamente contra la cama son susceptibles de deteriorarse,
conduciendo a formar esas tan temidas llagas o escaras.
Un factor que favorece extraordinariamente la formación de estas
lesiones es la humedad, la presencia de excremento y de orina, macerando
muy rápidamente la piel y dando lugar de inmediato a la formación de la
escara.
Una vez que la llaga o úlcera se ha presentado en forma de costra, los
tejidos que se encuentran debajo sufren mayor compresión, aumentando por
consecuencia la extensión de la lesión. Y si alguna bacteria penetra
bajo esta lesión se desarrolla una infección.
Como con mucha frecuencia las llagas están cerca del ano, se contaminan
con el excremento, y obviamente, con las bacterias que éste contiene.
Pasados unos días (en ocasiones hasta 30 días), los bordes de la costra
se levantan hasta que finalmente cae, descu-briendo porciones profundas
de la piel, el músculo y hasta de hueso. Si no se manejan adecuadamente,
estas lesiones se cavitan (forman túneles), lo que hace cada vez más
difícil su curación. Un olor característico denota la mala evolución de
este problema. En el lecho de la herida se forma una secreción
amarillo-verdosa, de mal olor, que denota también el desarrollo de un
proceso infeccioso.
Una vez que esta llaga alcanza niveles o estratos más profundos de la
piel o de los músculos, la probabilidad de que se presente una
septicemia (infección que se disemina por todo el organismo a través del
torrente sanguíneo) es mayor y eso constituye la causa número uno de las
muertes por esta complicación.
Manejo y prevención.
Como en
todas las cosas, pero especialmente en medicina, el mejor manejo o
tratamiento es la prevención.
Cuando al adulto mayor, o cualquier persona, lo obliga su estado a
permanecer la mayor parte del día en la cama, es necesario preparar una
cama preferentemente de tamaño individual u hospitalaria que facilitará
la tarea de moverlo. El colchón puede ser convencional, de agua, de aire
de presión intermitente, un colchón de “huevera” (algunas personas lo
llaman de cascarón de huevo) o cuando menos una zalea de borrego.
Colchón de agua.
Este colchón permitirá que con el menor de los movimientos del adulto
mayor enfermo, incluso su respiración, el agua se mueva y por lo tanto
la circulación se mantenga activa en esas áreas críticas de su piel.
Este colchón se llena con agua de la llave y no necesita de ninguna
instalación adicional. Antes de que llenes de agua el colchón, colócalo
sobre la cama donde permanecerá, y ahí llénalo. El colchón contiene
cerca de 150 lts. de agua y el subirlo del piso a la cama puede
ocasionarte fácilmente una hernia o que desaparezcan todas tus buenas
intenciones.
Colchón de aire de presión intermitente.
Está formado por una enorme cantidad de rombitos inflables cuyo aporte
de aire tiene diferentes e independientes conductos de origen. Una vez
inflado, el colchón requiere de una fuente de poder o batería que
gobierna su funcionamiento. Un pequeño regulador que forma parte del
equipo, desinfla unos rombitos e infla otros, modificando o alternando
la presión en ellos, con
una frecuencia de cada 15 segundos. De este modo, las distintas zonas de
la piel nunca permanecen apoyadas en el mismo punto por más de 15
segundos, favoreciendo la circulación en todo el cuerpo.
Los inconvenientes de estos colchones son el costo y que pueden
pincharse con cierta facilidad. No obstante, se reparan como las
cámaras de bicicleta.
Colchón de “huevera” o de cascarón de
huevo.
Se le llama así porque se asemeja a los empaques donde se acomoda el
huevo para su venta. Tiene la misma dimensión que un colchón individual
y su forma permite que el aire pase entre el colchón y la piel del
paciente, manteniéndola seca y ventilada. Estos colchones también se
pueden lavar. El con-sejo es que coloques una sábana sobre el colchón
para que sea más efectivo.
Protectores para talones y codos.
En el comercio local existen unas taloneras y coderas hechas de lana, de
espuma tipo huevera o forradas por dentro de zalea de borrego. Poseen
cintas con cierre tipo velcro que se ajustan perfectamente y evitan la
compresión y el roce de estas partes del cuerpo con las sábanas o con el
piso. Estos accesorios son magníficos y muy recomendables.
Algo bueno para prevenir muchos problemas será aplicar algún lubricante
sobre toda la piel, como crema, aceite, vaselina; en especial sobre las
superficies donde los huesos están inmediatamente bajo la piel o
amenazan con asomarse (crestas ilíacas, codos, hombros, rodillas,
sacros, talones, etc.). Nunca olvides que a pesar de tener el mejor de
los colchones preventivos, debes cambiar la posición de la persona, cada
hora al menos, ya de un costado, ya del otro, boca arriba, semisentado o
sentado, y siempre colocando un cojín entre sus rodillas.
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Tratamiento.
Supongamos que a pesar de todos los cuidados que le proporcionas al
adulto mayor, una llaga apareció...lo único y, desde luego, lo mejor que
debes hacer, es tratarla para evitar las consecuencias que se
mencionaron anteriormente.
Al principio, la llaga es solamente una raspadura que muestra la parte
central con un color rojo fresco, vivo. En este momento hay que lavarla
con agua y jabón neutro y a continuación, utilizando gasas esterilizadas
(el uso de algodón deja filamentos en la lesión que impiden su
satisfactoria evolución), aplica un antiséptico, como Isodine en espuma,
frotando vigorosamente aunque eso le cause un poco de dolor. Será un
excelente remedio si después de este aseo rocías la llaga con Rifocyna
en spray, y la cubres con una gasa estéril. Este procedimiento deberás
repetirlo al menos cada 24 hrs.
Si a pesar de tus cuidados aparecen zonas amoratadas y reblandecidas en
su piel, por favor no las retires, solamente acolchónalas con algodón
envuelto en gasa e impide que la persona permanezca apoyada sobre esa
área por mucho tiempo. Una vez que se tornen como costras y sus bordes
se empiecen a levantar, entonces sí es oportuno que las retires, ya que
la dureza de la costra ocasiona mayor presión debajo de la misma y
favorecerá la extensión de la llaga.
Al levantar la costra, aparecerá un agujero, con bordes blancuzcos,
verdosos y amarillentos, que en ocasiones sangran un poco y tienen
cierto olor característico que no es desagradable, pero sí lo será
cuando la lesión esté infectada. Esas porciones cuyo color no sea rosado
o rojizo, deberás retirarlas con tijeras y pinzas, puesto que se
encuentran necrosadas (son tejidos muertos).
A esta altura del tratamiento se recomienda que la primera curación la
haga un médico, pues a ti te resultará especialmente doloroso, sin
mencionar lo que sienta la persona.
Una vez limpia la lesión de tejido muerto o necrótico, lava
escrupulosamente con agua estéril o hervida y jabón o Isodine en espuma,
pasando por alto el sangrado que pueda presentarse, siempre que sea
discreto. Si el sangrado es abundante, comprime la zona con una gasa
durante tres minutos hasta que se detenga. El cepillado de la lesión con
la gasa recomendada es la mejor forma de asear a conciencia y asegurar
la menor cantidad de curaciones y, como consecuencia, menos sufrimiento
de la persona. Una vez debridada (limpia del tejido necrótico) y aseada,
toma una gasa estéril, imprégnala de Isodine en solución y empapa
perfectamente la lesión con ella, cubriéndola con otra gasa gruesa y
utilizando cinta adhesiva del tipo Micropore, que causa menos lesiones
en la piel al desprenderla. Otra excelente cinta es la Transpore aunque
es más difícil de encontrar en el mercado local.
Introducción
Cuidado cotidiano - Cuidándose para cuidar con
calidad - Cuida tu propia salud
El aseo del adulto mayor
Baño - Baño de esponja - Aseo del cabello
Manejo del adulto mayor en cama
Uso de almohadas para apoyo - Lista de comprobación de equipo - Escaras,
llagas o úlceras por decúbito - Manejo y prevención - Colchón de agua -.
Colchón de aire de presión intermitente - Colchón de “huevera” o
cascarón de huevo - Protectores para talones y codos - Tratamiento
Accesorios para el cuidado del adulto mayor
Bastones - Andaderas - Muletas - Soportes (para cuello,rodilla,tobillo y
brazo) - Férulas - .Grúas - Accesorios para cocina -
Accesorios para el oído - Accesorios para el baño -
Excusados - Accesorios para el excusado - Orinales -
Sondas de permanencia
Manejo práctico de la silla de ruedas
Uso de la silla de ruedas - Movilización del adulto mayor de la cama a
la silla y viceversa
Asistencia en cama
Asistencia al alimentar al adulto mayor
Dietas especiales - Alimentación por sonda. Cuidados
Principales emergencias en el adulto mayor mayor
Los accidentes caseros - Algunas recomendaciones para la época de frío
- Los accidentes caseros más frecuentes
Actividades mentales
Conducta perseverante y repeticiones - ¿Por qué ocurren
comportamientos repetitivos? - Consejos útiles para prevenir o
disminuir la aparición de estos comportamientos - Control de
comportamientos problemáticos
Actividades físicas
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